- LA RUTINA DE LA ILUSIÓN
Lo de Sparkle Gross ya es costumbre. Bendita costumbre.
En esta ocasión, les tocaba "preparar el terreno" a, nada menos que, Stacie Collins. Llevan un gran "historial" como teloneros, y somos muchos los que pedimos que sean cabecera de cartel.
Continúan confirmando lo que algunos hemos podido comprobar. Van paso a paso, y esa es la única manera duradera de crecer como artistas. De otro modo, correrían el peligro de disolverse entre el exceso de prisas reinantes en la industria musical.
En 2011 grabaron su, por ahora, único disco. Un EP con 7 magníficos temas de rock, que huelen a años 70. Eso fue lo que nos regalaron el pasado 28 de marzo, un viaje a los años 70, donde sobre todo, la música era sincera y sin muchos artificios.
Así fue su concierto, sincero. Probablemente algo afectados o bajos de ánimo al comenzar (sus motivos tendrían), pero muy superiores al público en cuanto a entrega y calidad al finalizar su actuación.
Su "Burn It Up" es una clara muestra de sus intenciones en este tinglado en el que se han metido.
Sonido no del todo bueno al principio, pero no pareció quitarles ganas. Al contrario, creo que resultó un estímulo para darlo todo una noche más.
Con "The Road" demostraron que también saben ser calmados, pero nunca sosos.
Espero que algún día no muy lejano, gracias a su constante ilusión, sigan creciendo, tanto en repertorio, como en reconocimiento. Lo merecen.
Nos vemos.
En esta ocasión, les tocaba "preparar el terreno" a, nada menos que, Stacie Collins. Llevan un gran "historial" como teloneros, y somos muchos los que pedimos que sean cabecera de cartel.
Continúan confirmando lo que algunos hemos podido comprobar. Van paso a paso, y esa es la única manera duradera de crecer como artistas. De otro modo, correrían el peligro de disolverse entre el exceso de prisas reinantes en la industria musical.
En 2011 grabaron su, por ahora, único disco. Un EP con 7 magníficos temas de rock, que huelen a años 70. Eso fue lo que nos regalaron el pasado 28 de marzo, un viaje a los años 70, donde sobre todo, la música era sincera y sin muchos artificios.
Así fue su concierto, sincero. Probablemente algo afectados o bajos de ánimo al comenzar (sus motivos tendrían), pero muy superiores al público en cuanto a entrega y calidad al finalizar su actuación.
Su "Burn It Up" es una clara muestra de sus intenciones en este tinglado en el que se han metido.
Sonido no del todo bueno al principio, pero no pareció quitarles ganas. Al contrario, creo que resultó un estímulo para darlo todo una noche más.
Con "The Road" demostraron que también saben ser calmados, pero nunca sosos.
Espero que algún día no muy lejano, gracias a su constante ilusión, sigan creciendo, tanto en repertorio, como en reconocimiento. Lo merecen.
Nos vemos.
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