- MI ESPAÑOL ES MALO, PERO MI ROCK NO ESTÁ MAL
Con esa frase del título, y gracias a otro concierto pleno de rock, el pequeño gran Willie Nile, volvió a conquistar almas y de nuevo removió sentimientos, esta vez en la sala Hard Rock.
Al anunciar su gira de este año, rápidamente colgaron el "sold out" en Madrid, lo que motivó la osadía de programar otro día, previo a la fecha agotada, retando a eso que algunos aún llaman deporte rey.
Polémicas a un lado, lo importante es que estos tres tipos, el propio Willie, Jorge Otero a la guitarra, y Daniel Montgomery a la batería, suenan de escándalo juntos. Dan la sensación de que el directo que vas a ver, siempre es distinto al anterior. Se entregan al público, y éste corresponde sin reservas.
Willie Nile personaliza, saluda, mira... te da el concierto a ti, y sólo a ti. Sólo hay otro artista capaz de ello... su nombre empieza por Bruce...
Poco importa el orden de las canciones, pero encima lo distribuyen bien. Poco importa cuáles toquen, pero eligen bien. Miento, sí importa. Pero no hay queja.
Arrancar sentado al piano, con "Streets of New York" se puede convertir en costumbre.
Al venir con un nuevo disco absolutamente entero al piano, "If I was a river", todo hacía pensar que éste conformaría la mayor parte del repertorio. No fue así. Dedicó a John Lennon, tras contarnos la historia, el tema nuevo "Lost". Sencillamente espectacular.
Tampoco es la primera vez que escuchamos su magnética versión del "Sweet Jane". Grandes momentos al enlazar "The innocent ones" con "She's so cold". No faltaron himnos como "Vagabond moon", "Love is a train" o "One guitar".
Su hora y cincuenta minutos, supo a poco a cualquiera de los presentes.
Hay detalles que hacen grande a un grupo de rock. Hay detalles que hacen grande a un músico. Ambos detalles invaden el escenario cuando estos tres artistas lo pisan. Siempre lo digo, y lo seguiré repitiendo... El rock es Actitud, sí, con mayúsculas.
Y también es cierto que, por mucho que creamos conocer a un grupo, no conocemos realmente cómo son en su casa, con su gente. Pero... imaginando que conocemos sus verdaderas personalidades... es inevitable coger cariño a Willie. Su paciencia, sutilidad, dedicación, mano izquierda y buen humor, son arrolladores cuando el concierto termina y los fans comienzan su particular acoso al músico.
Hay "rumores" que apuntan a que este neoyorquino es verdaderamente así...
La capacidad de salir victorioso, tanto de un momento íntimo, como de un rockazo, no la tienen muchos. Mr. Nile va sobrado en este tema...
Da igual si estás aburrido, contento, apagado, débil, fuerte, dubitativo... da igual el día de la semana... da igual el lugar... da igual sólo o acompañado... da igual... siempre hay una buena razón para asistir a un concierto de rock, y si es de Willie Nile...más aún.
Nos vemos.
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