Lo primero que podemos pensar, al ver a estos tipos encima de una moto, es que están como verdaderas cabras. Nada más lejos. Estar loco sería no cubrirse con trabajo duro, entrenamientos exigentes, profesionalidad al límite o entrega sin reservas. Eso sí, un punto de "osadía", muy superior a la media de valentía de otros humanos.
Todo ello, nos da la posibilidad de vibrar y asombrarnos con los diferentes saltos del motocross freestyle, que acudió fiel a su cita madrileña en Las Ventas.
Vamos con el primer episodio de la jornada de competición del viernes 19.
Aún queda el segundo capítulo.
Nos vemos.
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