- LA INSISTENCIA E INTENSIDAD DE UN VALOR SEGURO
Lo que parecía un "duelo" (amistoso, eso sí) con Jim Wilson, se quedó en dos conciertos absolutamente separados. Y "menos mal", debió pensar alguno. Aunque, personalmente, me habría gustado disfrutar un par de temas de "colaboración" entre ambos.
Tras la actuación de Jim, nadie se movió. Todos esperábamos ansiosos la explosión de rock que anhelábamos. Inolvidable este viernes 02 de noviembre.
Con la sala El sol llena a reventar, Dan Baird & Homemade Sin, lanzaban su primer disparo, "Damn thing to be done".
Es increíble comprobar una y otra vez que, todo aquello donde aparece el californiano Dan Baird, está "tocado" por el rock. A ver si va a ser él quien "toca" al resto ...
Ya sea con Georgia Satellites, con The Yayhoos, con Homemade Sin o con Bluefields; bien en solitario, bien produciendo a otros, como por ejemplo a Stacie Collins; o incluso colaborando, tanto en directo, como en estudio, con grupos como The Quireboys, por citar alguno ... siempre está su sonido, su sello. Vamos a tener que fundar el "DanBairdismo".
Tras ese primer tiro, en lugar de aflojar, dispararon un cañonazo, "I dunno", con lo que todo el mundo, quedó a merced de Dan y su "pecado casero".
Continuaron alternando temas de su disco homónimo de 2008, con otras brutalidades rockeras, tanto de los Georgia Satellites, como de la carrera de Dan en solitario.
"Crooked smile", "I love you period", "Younger face" ... eran verdaderas dosis de rock directas al riego sanguíneo. Sin descanso, pero sin prisa, nos golpeaba la contundencia de una de las mejores "parejas" como base rítmica hoy en día, Mauro Magellan a la batería y Keith Christopher al bajo.
Si a eso, unimos al gran Warner E. Hodges a la guitarra, tenemos una de las razones por las que Dan Baird es tan grande ... siempre se rodea de grandes músicos.
Con la justa charla con el público, y con absoluta dedicación. Gran sonido. Tablas, actitud, interés. Enormes temas, letras y música navegando entre la absoluta fiesta y la desesperación del abandono, pasando por cada uno de los estados de ánimo del rock. Riffs potentes e insistentes, hasta lograr invadir todos nuestros sentidos.
Todo, sin darle importancia, como si fuera fácil de hacer.
La complicidad y bromas entre la banda, se contagia de inmediato entre el público.
Tan pronto lanzaban "Sheila", como homenajeaban clásicos (a los Ramones, por ejemplo), a modo de "medley" improvisado.
También saben dar donde duele, con "All over but the cryin'", para sacudirnos a continuación en toda la cara "Dan takes five".
Nada detiene a bandas así. Nada, salvo la industria absurda que da la espalda al rock de verdad, el que nos regalan bandas como ésta y (por suerte) otras muchas.
Todo ello parece importar poco a Dan Baird, un valor seguro que sigue con aparente ilusión intacta, metiéndose en proyectos nuevos continuamente.
El concierto acabó tras un "Keep your hands to yourself" antológico, con toda la sala botando y pidiendo más. La banda respondió con una gran versión del "Rockin' in the free world", de Neil Young.
Sí, ya sé que es un tema cojonudo, y me encanta, pero creo que un tipo como Dan, no necesita versiones para cerrar un directo tan escandalosamente bueno como el que posee tanto él, como cualquiera de las bandas en las que ha tocado.
A ver ... tenía que poner algún "pero", ¿o no?
Dan Baird & Homemade Sin, llevan ya unos años dando guerra, cada uno tiene experiencia en varios grupos, su calidad está fuera de toda duda, y son de "esa especie" de músicos que viven y contagian rock a cada paso que dan.
Y tratándose de rock ... que no falte. Y si, además, está tocado por un grande como Dan Baird, mejor.
Nos vemos.
Comentarios