Y en noviembre, otros cuatro conciertos. Alguien me dijo una vez: "¿tú yendo a un concierto? mmm ... qué raro ...". Pues sí, ¡qué pasa!, voy siempre que puedo y la pasta lo permite. Pero bueno, no me enrollo más, ahí os dejo con ellos.
Continué en noviembre "sacándome espinas". En esta ocasión, turno de Supagroup. Llevaba tiempo un amigo diciéndome: "pues gustándote AcDc, te tienen que gustar Supagroup". No entraré en comparaciones. Pero, vaya con los hermanitos "Lee".
Ellos bromeaban asegurando ser parientes de Bruce Lee. Y podrían serlo, después de vivir en mis carnes el conciertazo que "repartieron". Eso fue lo que hicieron, "repartir canciones como panes". Tienen tablas, se nota. Salen al escenario como si nada, sin importancia. Y de repente, te sacuden el primer "cancionazo" en toda la cara. Y cuando te estás recuperando, otro "cancionazo" en la otra mejilla. Buen rock puro y duro, bien tocado. Implican al público, sonríen, se lo pasan bien y son contagiosos.
Pero no son el típico grupo acelerado sin sentido, dando "cera" creyendo que sólo de eso trata el rock. Supagroup son bastante más que eso. Son un pedazo de grupo de rock. Juegan la etiqueta de ser "divertidos", y lo demostraron.
Chapurreaban nuestro idioma como podían, incluso leyendo de una revista un artículo sobre su propia venida a España, sometiéndolo a valoración por el público.
Gracias por su gran disco "Hail! Hail!" (hasta ahora, última muestra de su ya extensa carrera) y gracias por su rock tan sincero.
Recurriendo a un tópico, tras la tempestad, llegó la calma. Pues ojalá la banda sonora de muchas calmas, fueran los temas de Israel Nash Gripka.
A muchos, se nos trabó la lengua al pronunciar su nombre la primera vez. En teoría era un desconocido. Me gusta eso de que vengan de gira "desconocidos" con ya dos discos más que rodados.
(A más de uno le escocerá lo que voy a soltar, pero...) Su publicidad reza: "el nuevo Ryan Adams". Yo contesto: "ya quisiera Ryan Adams". Cómo me jode lo de: "el nuevo fulanito". Vamos a ver, lo único que logran con eso es perjudicar al fulanito nuevo, ya que normalmente, el fulanito tiene y quiere identidad propia. Con un "influencias de..." sería suficiente. Pero bueno, dejando a un lado esta discusión (que daría para muchas páginas), confío en que este tipo grandote continúe haciendo lo que hace y, sobre todo, cómo lo hace.
Es impresionante, y nos devuelve ilusión perdida, dejarnos "herir" por la sinceridad de gente así. Israel Nash Gripka es lo que ves (o al menos, es lo que parece). Sin adornos, sin artificios, accesible, sale al escenario con su acústica, (acompañado por una más que correcta banda) y canta y toca como si no le importara nada si te gusta o no. Si tengo que poner algún defecto, sólo se me ocurre que el concierto fue corto.
Rock-Country-Folk-Southern podría ser algo parecido a su estilo y, por citar algunas, enormes canciones como "Fool's Gold" o "Louisiana" (su último disco está lleno de ellas) son desde ya, una prueba de que he sido americano en otra vida.
Y llegó JD McPherson. Con el primer riff de guitarra, fue como si estuviera inmerso en la película "Back to the future".
En la entrada anunciaban también los nombres de los tres tipos que le acompañarían. Lo que parecía un buen detalle, se tornó en imprescindible, ya que (sobre todo Jimmy Sutton, al bajo) cobraron identidad propia en el escenario.
Con un solo disco a sus espaldas (aunque con experiencia como integrante de bandas de otros) "Signs & Signifiers", el pequeño JD, ese día con la voz algo "perjudicada" (repetido por él varias veces), y sus "colegas", nos brindaron tal colección de canciones, sentimiento, pose, actitud y vena rockabilly-rock clásico-swing, que me dió la sensación de que, cuando saliera a la calle al acabar, vería coches antiguos americanos, jukebox por los bares, gente con tupé ...
Madrid resultó ser el arranque de sus ¡ocho! conciertos en España. Con la sala repleta (ayudó el precio, imagino), y gracias al excelente sonido, unido al ya himno "North Side Gal" como punta de iceberg de lo que es, sin duda, un gran disco, disfrutamos como niños con la sesión que nos regalaron estos "blanquitos" con innegable "sabor" negro.
No sé qué habría sido de nosotros, si JD McPherson no hubiera tenido la garganta resentida por tanto viaje. Habrá que comprobarlo cuando vuelva ...
Para acabar el mes, cómo no iba a repetir con los Deadstring Brothers ... o lo que queda de ellos.
A priori, resulta un inconveniente tener una banda "americana" y otra "europea". Alguno me dirá que el que no se consuela, es porque no quiere, pero como prefiero darle la vuelta, a veces puede ser una ventaja.
El vocalista de toda la vida, Kurt, es lo que queda de la banda "americana". Y personalmente, me gusta más con ese toque country que daba el pedal steel, pero cierto es que resulta más barato y cómodo "mover" una persona, que "mover" una banda. Si a eso le unes que la banda "europea" es perfectamente válida, pues el resultado convence. De nuevo buen sonido y buena entrada.
Rock con raíces blueseras, influencia clara de los Stones, sencillez, ir al grano, ausencia de poses ... Vinieron a tocar rock y eso es lo que hicieron, y muy bien hecho. "Ain't no hidin' love" significó sólo la muestra de lo que digo. Rock canalla, pantanoso, de bar, el "solo" cuando te lo pide el cuerpo, duración perfecta de cada tema, alardes cuando tocan (no a destiempo), en fin, redondos.
Mención a parte merecen los teloneros, Sparkle Gross.
Es difícil que un grupo español tan joven, tenga tan claro lo que significa el rock. Y eso es lo que demuestran. No es nada fácil dar con un grupo capaz de dar varios tipos de concierto (más reposado, más cañero ...), según sea el público, la sala, el momento, etc. Y ellos lo clavan. Ese es uno de sus méritos. Otro, les gusta y lo viven. Se les sale el rock por el cuello de la camisa.
Todo lo anterior no valdría para mucho si, estos cinco tipos, no tuvieran temas buenos y no tocaran bien. No es el caso. Con su, de momento, única grabación, demuestran con siete temas como siete soles, que son buenos. Ojalá sigan así.
No sé si se mantendrán las "dos" Deadstring Brothers o se "emancipará" del todo su cantante, no sé si Sparkle Gross se convertirán en "banda referencia" en España o fuera de ella, pero lo que sí sé, es que volví a ser testigo de otra buena noche de rock.
Me perdí a The Brew, pero no puedo estar en todos ...
Ya os contaré cómo ha ido diciembre. Como dice un "hermano del rock": "Keep on rockin' in this fuckin' world!"
Nos vemos.
Supagroup, 02.11.2011 - Sala Gruta 77, Madrid |
Recurriendo a un tópico, tras la tempestad, llegó la calma. Pues ojalá la banda sonora de muchas calmas, fueran los temas de Israel Nash Gripka.
A muchos, se nos trabó la lengua al pronunciar su nombre la primera vez. En teoría era un desconocido. Me gusta eso de que vengan de gira "desconocidos" con ya dos discos más que rodados.
(A más de uno le escocerá lo que voy a soltar, pero...) Su publicidad reza: "el nuevo Ryan Adams". Yo contesto: "ya quisiera Ryan Adams". Cómo me jode lo de: "el nuevo fulanito". Vamos a ver, lo único que logran con eso es perjudicar al fulanito nuevo, ya que normalmente, el fulanito tiene y quiere identidad propia. Con un "influencias de..." sería suficiente. Pero bueno, dejando a un lado esta discusión (que daría para muchas páginas), confío en que este tipo grandote continúe haciendo lo que hace y, sobre todo, cómo lo hace.
Es impresionante, y nos devuelve ilusión perdida, dejarnos "herir" por la sinceridad de gente así. Israel Nash Gripka es lo que ves (o al menos, es lo que parece). Sin adornos, sin artificios, accesible, sale al escenario con su acústica, (acompañado por una más que correcta banda) y canta y toca como si no le importara nada si te gusta o no. Si tengo que poner algún defecto, sólo se me ocurre que el concierto fue corto.
Rock-Country-Folk-Southern podría ser algo parecido a su estilo y, por citar algunas, enormes canciones como "Fool's Gold" o "Louisiana" (su último disco está lleno de ellas) son desde ya, una prueba de que he sido americano en otra vida.
Israel Nash Gripka, 04.11.2011 - Sala Wurlitzer Ballroom, Madrid |
Y llegó JD McPherson. Con el primer riff de guitarra, fue como si estuviera inmerso en la película "Back to the future".
En la entrada anunciaban también los nombres de los tres tipos que le acompañarían. Lo que parecía un buen detalle, se tornó en imprescindible, ya que (sobre todo Jimmy Sutton, al bajo) cobraron identidad propia en el escenario.
Con un solo disco a sus espaldas (aunque con experiencia como integrante de bandas de otros) "Signs & Signifiers", el pequeño JD, ese día con la voz algo "perjudicada" (repetido por él varias veces), y sus "colegas", nos brindaron tal colección de canciones, sentimiento, pose, actitud y vena rockabilly-rock clásico-swing, que me dió la sensación de que, cuando saliera a la calle al acabar, vería coches antiguos americanos, jukebox por los bares, gente con tupé ...
Madrid resultó ser el arranque de sus ¡ocho! conciertos en España. Con la sala repleta (ayudó el precio, imagino), y gracias al excelente sonido, unido al ya himno "North Side Gal" como punta de iceberg de lo que es, sin duda, un gran disco, disfrutamos como niños con la sesión que nos regalaron estos "blanquitos" con innegable "sabor" negro.
No sé qué habría sido de nosotros, si JD McPherson no hubiera tenido la garganta resentida por tanto viaje. Habrá que comprobarlo cuando vuelva ...
JD McPherson, 10.11.2011 - Sala El Sol, Madrid |
Para acabar el mes, cómo no iba a repetir con los Deadstring Brothers ... o lo que queda de ellos.
A priori, resulta un inconveniente tener una banda "americana" y otra "europea". Alguno me dirá que el que no se consuela, es porque no quiere, pero como prefiero darle la vuelta, a veces puede ser una ventaja.
El vocalista de toda la vida, Kurt, es lo que queda de la banda "americana". Y personalmente, me gusta más con ese toque country que daba el pedal steel, pero cierto es que resulta más barato y cómodo "mover" una persona, que "mover" una banda. Si a eso le unes que la banda "europea" es perfectamente válida, pues el resultado convence. De nuevo buen sonido y buena entrada.
Rock con raíces blueseras, influencia clara de los Stones, sencillez, ir al grano, ausencia de poses ... Vinieron a tocar rock y eso es lo que hicieron, y muy bien hecho. "Ain't no hidin' love" significó sólo la muestra de lo que digo. Rock canalla, pantanoso, de bar, el "solo" cuando te lo pide el cuerpo, duración perfecta de cada tema, alardes cuando tocan (no a destiempo), en fin, redondos.
Mención a parte merecen los teloneros, Sparkle Gross.
Es difícil que un grupo español tan joven, tenga tan claro lo que significa el rock. Y eso es lo que demuestran. No es nada fácil dar con un grupo capaz de dar varios tipos de concierto (más reposado, más cañero ...), según sea el público, la sala, el momento, etc. Y ellos lo clavan. Ese es uno de sus méritos. Otro, les gusta y lo viven. Se les sale el rock por el cuello de la camisa.
Todo lo anterior no valdría para mucho si, estos cinco tipos, no tuvieran temas buenos y no tocaran bien. No es el caso. Con su, de momento, única grabación, demuestran con siete temas como siete soles, que son buenos. Ojalá sigan así.
No sé si se mantendrán las "dos" Deadstring Brothers o se "emancipará" del todo su cantante, no sé si Sparkle Gross se convertirán en "banda referencia" en España o fuera de ella, pero lo que sí sé, es que volví a ser testigo de otra buena noche de rock.
The Deadstring Brothers, 24.11.2011 - Sala La Boite, Madrid |
Me perdí a The Brew, pero no puedo estar en todos ...
Ya os contaré cómo ha ido diciembre. Como dice un "hermano del rock": "Keep on rockin' in this fuckin' world!"
Nos vemos.
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